"Esta gélida noche se
perpetra; una temperatura así no es más que un delito para una urbe como la
nuestra. Es una hora maligna, fundamento que se le da a la muerte para arrojar
máximos resultados sobre los “sin techo”. Sin embargo, ese dato no sale en
las noticias. Acaso, interludio (menos que eso) entre la publicidad de un
cocinero que farfulla un italiano fingido, y la feroz procacidad de los
informadores de asesinatos. Casi una lotería entre los que dan pronósticos
haciendo dibujitos de soles, nubes, lunas, gotas…
Holocausto que adjudicamos a la naturaleza. Comparsa de piadosos que miran detrás de las ventanas a los abandonados que recogen lo que pueden en las calles, siguiendo la amargura de su maldición… ¡Cuánta tristeza agrieta, hoy, el corazón de los sensibles!
¿Dónde quedó Alicia? ¿Dónde el País de las Maravillas?... y los conejos. Que aparezca el espejo, o se abra el sésamo, para no morir de espanto... de espanto".
RNPI Susana Inés Nicolini
(todos los derechos reservados)
Holocausto que adjudicamos a la naturaleza. Comparsa de piadosos que miran detrás de las ventanas a los abandonados que recogen lo que pueden en las calles, siguiendo la amargura de su maldición… ¡Cuánta tristeza agrieta, hoy, el corazón de los sensibles!
¿Dónde quedó Alicia? ¿Dónde el País de las Maravillas?... y los conejos. Que aparezca el espejo, o se abra el sésamo, para no morir de espanto... de espanto".
RNPI Susana Inés Nicolini
(todos los derechos reservados)
Tremendo el texto que has escrito y que nos debe hacer reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo desde España.
Gracias por leerme y comentar Antorelo. Va otro abrazo para vos, desde mi Ciudad de Buenos Aires.
EliminarBello. Lo bello, si breve, dos veces bello. Doloroso. Amarga percepción de un tiempo apocalíptico. Aún así, puede el hombre lanzar su llamado de atención en medio del acto poético.
ResponderEliminarY estar atento.
José, agradezco tu paso por mi blog y tu opinión. ¡Siempre Bienvenido!. Cariños
EliminarPalabras teñidas de tristeza y por desgracia también de realidad. Es cierto. ¿Dónde queda, a estas alturas, el maravilloso mundo de Alicia?
ResponderEliminarUN saludo.
Cierto Dos Josef, ni te imaginas las veces que me lo pregunto. ¿Es que tanto nos hemos dispersado del camino de la noble Humanidad?... Da miedo, realmente.
EliminarUn abrazo!
Hola, te he dejado un premio en mi blog, por si quieres pasarte, te sigo desde hace tiempo, pero tu a mí no :( Un besazo.
ResponderEliminarGracias Tamara por el Premio, y gracias por leerme. Es cierto que estuve un poco ausente de los blogs, por cuestiones de diversa índole, no obstante estoy volviendo -de a poco- a ponerme al día. Yo también te envío un besazo!!!
EliminarSigue gustándome mucho el nombre de tu sitio, y claro, también tus palabras que en estos versos en particular son de una agudeza que hace la mirada inevitable hacia esos lugares a los que nos llevás escribiéndolos.
ResponderEliminarTe dejo un beso.
Hola Navegante, Muchas gracias por leerme, seguirme y comentar. Como dije en el mensaje anterior: estuve un tanto ausente del mundo de los blogs, pero estoy regresando de a poco. Agradezco, también, tu aliento. Un beso enorme ;)
EliminarHOLA SUSANA:COMO MI COMPUTADORA SIGUE EN EL C.T.I., PRESENTO MIS DISCULPAS POR NO ESTAR MAS SEGUIDO EN TU CASA.-
ResponderEliminarESPERO A LA BREVEDAD SER PARTICIPE DE TUS ENTREGAS, COMO ASÍ, TAMBIEN DE MIS ENTREGAS QUE SE ESTAN DEMORANDO EN PROYECTARLAS.-
TRATO DE IR A TU ENCUENTRO, A MEDIDA QUE MI TIMEPO ME LO PERMITA.-
GRACIAS POR ESTAR AHÍ.-
MUCHOS BESOS Y HERMNOSA TU ENTRADA DE HOY.-
No tenemos Alicia, no tenemos Conejo. Pero tenemos Reina de corazones. Y siento que hace muchos años que festejamos el no cumpleaños.
ResponderEliminarTremendo texto, Su. Durísimo. Una estaca a la silente pasividad que estamos teniendo.