Hoy que mi Ciudad me agobia, que me ofrece el sacrificio de
mi misma, convocándome a su averno y también a su lujuria. Esta locura -casi
indecente- de sentir que la
Noche Buena es una arremetida de compras y estridencias. Me
siento insensata, lejana, impertinente, por no participar de éste
"devore" ni a éstas nupcias inseguras. Soy -quizá- una "rara
avis", una penitente... ¡No me gusta la demencia plástica ni el dos por
uno! Quisiera que repartamos Paz, amasemos Amor, y nos diéramos muchos abrazos,
de los genuinos, de los queridos... Quisiera que los buenos deseos respondan a
la franqueza, a los pechos llenos de esperanza, a los brazos repletos de
convicciones... Tal vez esté queriendo mucho, acaso sea una idealista. No
importa, yo seguiré insistiendo; y como dijo Borges, seguiré pensando que:
"Así voy devolviéndole a Dios unos centavos
del caudal infinito que me pone en las manos"
©®Susana Inés Nicolini
"Así voy devolviéndole a Dios unos centavos
del caudal infinito que me pone en las manos"
©®Susana Inés Nicolini
Te deseo salud, prosperidad y bienestar.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Antorelo. Lo mejor para vos también y un 2014 maravilloso. ¡Un cariño!
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