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lunes, 23 de junio de 2014

a las rosas

La route de Louveciennes.



Esta tarde, otra vez, cada pétalo agitó su pañuelo.
Por los tejados ya humea el invierno.
Una carne inflamada de ropajes despide
al tallo verde, y a la rama caramelo.
Guardaremos la sustancia de las flores: una piel
mezclada entre los dedos, como modelada
toda ella de satén. Vestido y muslo, seno y blusón
recogerán sus istmos, sobornados por el fuego,
para hacer el amor
detrás de los escudos nevados.
Una vez más, con el mismo impulso
el viento, incesantemente de viaje,
jugueteará con las arañas de cristal
y acaso –por momentos- hasta olvide
que no hay forma de vencer a las rosas.


©® Susana Inés Nicolini


Sue_*

Pintura: La route de Louveciennes. Camille Pissarro 1872. Museo de Orsay. París.

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